Airbus de Qantas ¿Tiene enemigos Airbus?
Tras la explosión en un motor del Airbus A380 y su aterrizaje de emergencia en Singapur, la aerolínea australiana Qantas y Singapur Airlines han suspendido los vuelos con estas aeronaves, hasta que el fabricante del motor europeo Rolls-Royce revise los mismos.
Airbus ya ha enviado un equipo de investigación a Singapur, aunque aseguran que la responsabilidad final de la investigación corresponde a las autoridades australianas, al Australian Transport Safety Bureau (ATSB).
Los testigos de la isla indonesia de Batam aseguran que vieron como estando en vuelo el avión se producía una explosión en su motor y pedazos del fuselaje cayeron a tierra.
Esperemos que se aclare la verdadera causa y se haga pública, cosa que suele ser difícil cuando hay poderosos intereses económicos en juego.
Mientras tanto, los vuelos de Qantas de las rutas Sidney-Los Ángeles y Sidney-Londres operarán en los horarios que estaban previstos a bordo de aviones 747-400 de Boeing, y los vuelos Londres-Singapur previstos se realizarán a bordo de un 777 de Boeing operado por British Airways. La misma British Airways que ya había jubilado sus últimos Boeing 757 el 30 de octubre.
La empresa americana Boeing es el otro productor de grandes aviones de pasajeros. Antes era casi un monopolio, el único proveedor de las líneas aéreas de largo recorrido y desde que Europa empezó a producir y vender, a partir del 2007 el Airbus, está perdiendo su cuota de mercado.
El accidente ha sido muy inoportuno y fatalmente casual, pues coincide con la visita de Estado del Primer Ministro chino a Paris, donde firmó un acuerdo por más de mil millones de euros para adquirir 109 Airbuses para China. Lo cual era una muy buena noticia para el fabricante europeo (Francia, España, Reino Unido), no así para su competidor americano.
Este accidente nos hace recordar el trágico final que tuvo el Concorde, único avión supersónico de uso civil, que pudo haber sido el siguiente paso tecnológico de la aeronáutica mundial y haber sustituido a los actuales aviones de pasajeros.
Pero la tecnología era europea, francesa y no americana. Por lo cual, durante décadas hubo un boicot tácito por parte de la Boeing y de las administraciones de EEUU.
En época de Kissinger se llegó a impedir que el Concorde volase dentro del espacio aéreo de EEUU alegando que contaminaba, pese a que la Fuerza Aérea americana empleaba también aviones supersónicos.
¿Estos accidentes son debidos a que la tecnología aeronáutica europea es menos fiable y por tanto hay que comprar la americana o se producen por sabotajes de mano de personas que favorecen a la competencia? ¿Existirá terrorismo comercial?
La cuestión es inquietante, pues las grandes compañías americanas tienen una larga historia de connivencia con la CIA, de contratar matones o financiar Ejércitos privados (de los Escuadrones de la Muerte a Blackwaters), quienes a su vez fueron acusados de asesinar a líderes políticos y otros actos que podrían calificarse de terrorismo comercial, sino de terrorismo de Estado.
En la década de los 50, los intereses de la United Fruit Company estuvieron detrás del asesinato del entonces Presidente de Guatemala, Arbenz.
Panama, julio de 1981, estalla una bomba en la avioneta del Presidente Torrijos, que intentó nacionalizar el Canal.
Ecuador, mayo de 1981: Estalló el helicóptero del Presidente Roldós, tras proponer la ley de Hidrocarburos. Poco después Texaco obtuvo concesiones petrolíferas en la Amazonía ecuatoriana.
Y en el 2003, los primeros beneficios que produjo la invasión y destrucción de Iraq -antes aún que a las petroleras (Chevron, Texaco, BP) y la reconstrucción (Halliburton de Cheney)-, fueron para las empresas de armamento, entre ellas están Boeing y Lockheed. Ello se debió a, que el Pentágono gastó su arsenal de armas y misiles y tuvo que hacer nuevos pedidos millonarios a dichas compañías. Boeing es un gran productor del sector militar, además de fabricar el otro gran avión de pasajeros existente en el mercado.
Aunque el incidente del Airbus de Qantas se hubiese debido a una bomba o un sabotaje, probablemente no transcendería a la opinión pública, pues sino, a partir de ahora sería necesario que las compañías aéreas que adquiriesen el Airbus, apliquen un protocolo de seguridad para el personal que tenga acceso externo a las naves, similar al que se nos aplica a los pasajeros. Ya que de existir un terrorismo comercial, sería tan peligroso como el islámico.
Antonio Romea. Analista Relaciones Internacionales (UCM)
Sobre compañías implicadas en sabotajes y guerras:
“Confesiones de un Gangster Económico”, John Perkins.
“La Guerra como Negocio”, Rolf Uesseler.
“Shadow Warriors: The CIA Hero of 100 Unknown Battles”, Felix Rodríguez y John Weisman.
“Corporate Warriors: The Rise of the Privatized Military Industry”, P.W. Singer.
“Private Warriors: Private Armies and the New World Order” Douglas & McIntyre.
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