1. Imperio Otomano hasta la I Guerra Mundial (1918)
2. Imperios Francés y Británico hasta la II Guerra Mundial (1918-1945)
3. Surgimiento de Estados Independientes: Tras la retirada de los Imperios Francés y Británico, auge del nacionalismo árabe (Nasser) y la victoria de los colonos askenasíes (eurojudíos) sobre la población árabe: creación de Israel en 1948, un Estado colonial a contrahistoria en el que los colonos blancos tienen supremacía sobre la población autóctona, como el de Sudáfrica y Rhodesia constituídos también después de la II Guerra Mundial. (1945-1955)
4. La bipolaridad de la Guerra Fría entre la URSS y EEUU, divide la región en zonas de influencia, pero garantiza y facilita la Independencia de los Estados Arabes, aliados con uno u otro bloque , Jordania y Arabia Saudí con EEUU y Siria e Iraq con la URSS, Egipto pasó de la URSS con Naser a EEUU con Sadat. Los países árabes ganan en capacidad de autonomía y que acuden a una u otra de las potencias para obtener armamento, financiación e infraestructuras (aviones, aeropuertos, presa de Asuan). (1955-1990)
5. En 1990 la URSS de Gorbachov se retira de Medio Oriente, deja de ser una potencia en la región, lo que hace posible la I Guerra del Golfo en 1991 y la invasión de Iraq en 2003.
6. Desaparecida la URSS en 1992, los EEUU, ayudados de Israel, se lanzan a una campaña de recolonización de Oriente Medio, llegando a la invasión directa en casos como Iraq. Contra Libia, Siria; Irán y Líbano se siguió una política de intimidación diplomática y sanciones económicas.
7. Triunfan Revoluciones árabes populares, laicas y democráticas en Túnez y Egipto: Tras años de inestabilidad revolucionaria, EEUU recupera el control sobre Egipto apoyando primero al Presidente islamista Morsi, al que desborda el moviendo revolucionario, laico en la calle y tras las macromanifestaciones de millones de egipcios le sustituye el Ejército con un golpe de Estado incruento al mando de al-Sisi, quien se constituye en nuevo Presidente en las Elecciones de 2014 con el apoyo también de EEUU y sin permitir oposición interna.
En Libia y Siria se promueven "revoluciones naranjas", así las revoluciones auténticas son usurpadas por mercenarios extranjeros (ISIS, Nusra, Al-Qaeda) y grupos opositores financiados y armados por Occidente y Arabia Saudí. (1992- 2012)
El objetivo es hacerse con lo mercados y países independientes o de antigua influencia de la ex URSS. Es una Estrategia global, que también se llevó y lleva a cabo en otras zonas del Mundo como fueron Yugoslavia, Europa del Este y recientemente Ucrania.
La divisa: “Divide and rule” era una de las tácticas empleadas por los gobernantes del Imperio Británico para mantener el dominio de una minoría de colonos blancos sobre las grandes poblaciones “morenas” que habitaban en sus colonias de Africa, Asia y Medio Oriente.
Fueron territorios fáciles de conquistar debido a la superioridad de fuego y al dominio marítimo, pero difíciles de mantener y gobernar debido al odio generalizado de los conquistados hacia los británicos.
Para que esa minoría de colonos pudiese mantenerse en el poder durante décadas fueron necesarias diversas argucias del poder: el colaboracionismo y de las élites locales, promover el alcoholismo y la religión, etc.
Y la más eficaz: fomentar las disputas internas y presentarse a sí mismos como los únicos garantes la seguridad y los derechos de todos los grupos enfrentados. Quien lo quiera comprobar acuda a la historia de la colonización en India (musulmanes-hindúes), Egipto (jedives turcos-nacionalismo egipcio), Nigeria (Hausas contra las etnias de la costa Igbo y Yoruba), en Malasia (emigrantes chinos contra nativos malayos), en Africa (emigrantes indios contra nativos africanos), etc... Algo también copiado por el imperio belga entra hutus y tutsis.
El Imperio Británico aplicó la forma de dominación mercantilista iniciada anteriormente por los holandeses, con la Compañía de Indias Orientales, a quienes también quitó muchos territorios, entre ellos Nueva Amsterdam, actual Nueva York.
Las élites gobernantes y empresariales de los actuales EEUU e Israel, son -a mi juicio- herederos ideológicos y económico-financieros, del antiguo Imperio Británico, y reproducen su forma de dominación y sus valores ultra capitalistas, parlamentario-bipartidistas, racistas y judeo-protestantes. Una de cuyas características es la no asimilación, ni implicación socio-cultural con los países colonizados (apartheid, el muro de Israel), sino el mero control económico-financiero y compra barata de todas las empresas, recursos y sectores productivos del país dominado.
En esta forma de dominación, la capitalista holandesa-angloamericano-judía, fue novedosa con respecto a Imperios anteriores, el Romano, Español, Portugués, Otomano, Francés o Ruso, que tendían a la aculturación de los colonizados, y a forzar su asimilación a las respectivas ideologías y religiones imperiales. Y sobre todo se diferenciaban en que los Imperios tradicionales empleaban formas de control más estatales (o de empresas con prebendas Reales), sobre el territorio y el modo de aprovechamiento económico de sus colonias.
En los Imperios anteriores al Británico y en su contemporáneo, el Imperio Francés, la dominación entre humanos tenía un límite moral oficial y aunque no siempre se aplicaba en lo real (como fue el caso del esclavismo en el Imperio español, prohibido por Iglesia y Corona, o en el francés en que además fue oficial hasta la Revolución).
Esos límites estaban contenidos en ideales de Justicia colectiva, que regían las sociedades civilizadas y eran consecuencia de siglos de evolución, desde la religión primera a su aplicación en la ley y el posterior despertar de la conciencia ética. Una evolución que forjó la Humanidad mediante la superación de la animalidad y la barbarie.
Diferentes ejemplos de ello se dieron en las distintas sociedades: desde en la Fe Católica, en la Ilustración francesa, o en los cuatro Califas Rashidun sucesores de Mahoma, o en el Comunismo desde el S.XIX. En los diferentes Imperios un sacerdote podía defender a los indígenas de América y ser oído en la Corte sobre los abusos de los colonizadores (encomenderos), o un musulmán al Sultán de la Sublime Puerta, o un ciudadano apelar a los Tribunales franceses.
Pero hoy en día, la Democracia a la angloamericana es un falso icono en el que no creen sus dirigentes políticos electos. Esta ha quedado reducida a votaciones bipartidistas cuatri-anuales y a recortes de libertades civiles y espacios públicos en aras de la “seguridad” y “contra el enemigo interno (terrorismo)”. Algo recuerda a Alemania en los años 30.
Los sistemas ideológicos de dominación en los Imperios anteriores se basaban o al menos incorporaban en su sistema un ideal colectivo, una religión, una Fe en algo, más allá del dinero, la codicia, y el culto al propio beneficio y poder de sus élites, y esa moral de la sociedad impedía, que la falta de ética que sustenta los caprichos de explotación y dominación de los poderosos se extrapolase a todo el corpus social.
Esa moral condenaba los excesos de los poderosos y éstos debían de disimular sus instintos homicidas y expoliadores, ocultarlos de los ojos de la mayoría, pues la censura pública, la excomunión, les amenazaba con el repudio general, el ostracismo y a la larga con perder el poder, a manos de un antagonista, otro poderoso, con mejor imagen pública y mayor apoyo entre élites y pueblo. Pues el dominador no lo puede ser por mucho tiempo sin al pasiva aquiescencia de una parte importante de los dominados.
Aunque en los Imperios de antaño existían abusos y servidumbres, subsistía una moral general que lo consideraba: malo, injusto. Ese tipo de morales colectivas tenían su origen en sociedades tradicionales con pautas y normas de convivencia y mutuo apoyo. Esa moral, cualquier moral que implique solidaridad social, ya sea católica, islámica o marxista, es la que se está intentando minar desde el aparato ideológico del actual Imperio judeo-angloamericano.
Hoy, en día, el neoliberalismo o el neoconservadurismo a la angloamericana, pretenden degenerarnos, depravar moralmente a la Sociedad. Imbuirnos de que no hay ninguna moral colectiva, ninguna ética, salvo el propio egoísmo, que se puede hacer todo lo que la ley te permita y en política, las leyes, incluso las internacionales, se confeccionan a gusto de los nuevos colonialistas.
El Tribunal Internacional de la Haya, puede juzgar por crímenes de guerra a serbo-bosnios y sudaneses, pero no a israelíes o estadounidenses.
Basta ver la invasión en nuestras televisiones basuras del excesivamente-difundido-en- detrimento-de-otro cine malformante americano con su culto al dinero, la violencia, las armas, el egoísmo y el propio placer, haciendo burla de cualquier idea de convivencia armoniosa, por no hablar ya de valores colectivos.
El objetivo de ese intento de depravación moral de las sociedades, de ese relativismo ético en el que todo da igual, todo es disculpable, comprensible, nada es bueno ni malo, tan culpable es el verdugo como la víctima, y otras ideas similares, están encaminadas a justificar el egoísmo del más poderoso, que vence allí donde no hay ley que proteja los derechos del débil.
Antonio Romea.
Analista de Política Internacional (Universidad Complutense de Madrid).
Bibliografía:
“Historia de los Imperios Atlánticos” Elliot.
"British Empire" Cambridge Illustrated History. P.J. Marshall
“Insurgent Iraq” Loretta Napoleoni. Ed. Constable, UK 2005
(al-Zarqawi y como los servicios secretos de EEUU favorecieron la guerra civil en el Iraq ocupado)
“Historia del Esclavismo” Hugh Tomas. (El esclavismo no fue el eje de desarrollo económico en el modelo hispánico y católico, a diferencia del británico en América o de la servidumbre en el otomano o zarista ruso).