ANTECEDENTES
Chechenia se declaró independiente de la URSS el mismo año que los países bálticos, como Lituania, tan próximos ahora a la Unión Europea: en 1991. Pero nadie, -ni Moscú- le prestó atención entonces.
Del 94 al 96 se libró la primera guerra de Chechenia, perdida por Rusia, que se vió obligada a negociar un armisticio y pagar a Chechenia por el tránsito de los oleoductos, también se posponían hasta el 2002 las negociaciones sobre la independencia. En el subsiguiente período de paz (1996-1999) se celebraron Elecciones Presidenciales en Chechenia, resultando electo el actual Presidente en el exilio, el nacionalista moderado, Arslán Masjadov, y derrotado Shamil Basáyev, entonces comandante guerrillero y hoy principal dirigente de los terroristas chechenos.
En 1999, el clan de Yeltsin necesitaba forjar la fama de su sucesor, el entonces poco conocido primer ministro, Vladimir Putin. En octubre de 1999, y a raíz de unos masivos atentados contra viviendas obreras en Moscú, aún no aclarados y atribuidos a los chechenos, pese a que éstos lo niegan, se desencadenó la segunda guerra de Chechenia de 1999 al 2002, aunque a juzgar por los hechos de este verano del 2004, se podría decir que continúa.
En aquella guerra, Putin forjó su fama de salvador de Rusia, resultó elegido Presidente, y prometió a los rusos acabar definitivamente con el problema checheno, pero la fórmula elegida –que dura hasta ahora-, resultó ser más cruel que las deportaciones de Stalin en 1943 y menos eficaz.
Human Rights Watch, la OSCE y periodistas rusos denunciaron la existencia de campos de concentración, denominados “de filtración”, torturas y graves abusos a la población civil por parte de las tropas federales rusas, además del empleo de bombardeos indiscriminados que redujeron la capital Grozni a escombros.
Los rebeldes chechenos perdieron el control de todas las ciudades en ese año 2002 y en su país se impuso un gobierno fiel al Kremlin, pero siguieron las emboscadas contra las tropas rusas y los atentados terroristas en Moscú.
ACTUALIDAD (2004)
En estos días, y en sus meses precedentes, estamos siendo testigos de una gran ofensiva de los separatistas chechenos, una ofensiva tal que evidencia un nuevo recrudecimiento de un conflicto que dura ya una década y que Putin pretendía dar por finalizado con la celebración de las Elecciones del pasado domingo y la victoria de su candidato, Alú Aljanov.
Se trata de una guerra del terror, sin enemigo visible, ni línea de frente definida, -como la describen desde el Kremlin-, en ella participan dos o tres agrupaciones o tendencias de rebeldes diferentes y según el grupo emplean diferentes tácticas:
1. LOS NACIONALISTAS: En primer lugar el representante del gobierno checheno en el exilio. Es Aslán Masjadov, fue el Presidente electo checheno y depuesto por los rusos en la segunda guerra 1999. Masjadov es un nacionalista moderado, que se opuso a aplicar la Sharia (ley islámica) y ganó las Elecciones contra los islamistas radicales. Niega que las tropas a su mando tengan algo que ver con la toma de rehenes en la escuela y el derribo de ambos aviones, ya que éstas “efectúan ataques solo contra militares rusos”. Su talante más moderado le convertiría en interlocutor válido para unas posibles negociaciones, pero Moscú se niega a ello y le acusa -desde hace años- de que no sería capaz de frenar a los islamistas radicales. Por poner un símil, esas son las acusaciones que lanza Ariel Sharon contra Arafat.
Masjadov apoya los ataques habidos estos días contra comisarías de policía en Grozni (Chechenia), que han causado 23 muertos y tenido escaso eco en la prensa occidental.
2. LOS ISLAMISTAS: Bajo este nombre cabe aglutinar a los grupos armados chechenos más sangrientos, bajo control o en relación con Shamil Basayev, quien tiene conexiones con el terrorismo islámico internacional, del cual lleva obteniendo financiación desde los 90. Basayev, fue un comandante guerrillero en la primera guerra contra los rusos 1994-96 en la que se dice que perdió a toda su familia e inventó la toma de rehenes en ciudades rusas, con una exitosa operación en un hospital de Budionovsk, desde el cual pudo volver en autocares con rehenes a Chechenia. Ganada la guerra a Rusia en 1996 y convertido al wajabismo, fue el candidato a la Presidencia opuesto a Masjadov en las Elecciones del corto período de autodeterminación de Chechenia (1996-99), en las cuales fue derrotado por la mayoría de los electores chechenos, que resultaron ser nacionalistas e incluso independentistas, pero más moderados que él y menos islamistas. Basayev habría acabado siendo un terrorista aislado de no haber sido porque Putin decidió iniciar la segunda guerra, en la que aquél perdió una pierna durante la defensa y retirada de Grozni por un campo minado.
Este segundo grupo es numeroso, ha reclutado ingushes en sus filas y a él pertenecen los secuestradores de la escuela de Beslán (Osetia del Norte), que han colocado a una pequeña población civil en una situación desesperada. En concreto se trata de un comando denominado “Segundo Grupo del Salajdín Riadas Shajidi”, según ellos mismos aseguraron por teléfono al New York Times. A esta tendencia pertenecen los asaltantes del Ministerio del Interior de Ingushetia el pasado mes de junio, que causaron 90 muertes entre policías y personal de la Fiscalía de la vecina Ingushetia.
3. LAS VIUDAS KAMIKAZE: Las colocó en grupo aparte aunque pertenece a los islamistas que las reclutan en los campos de refugiados de Gerorgia e Ingushetia, pero les diferencia su táctica: El más puro terrorismo contra los transportes públicos en Moscú. Causando víctimas indiscriminadamente entre la población civil, a la que pretenden desmoralizar y aterrar.
Son en su mayoría mujeres, aunque también hay hombres, que han perdido a la mayoría de sus familiares en la guerra y cuyo único anhelo es la venganza. (Rusia golpeó exageradamente a la población civil, cifras oficiales cuenta 250.000 refugiados chechenos , más de 100.000 civiles muertos, de 1.200.000 habitantes se pasó al medio millón actual, sólo la capital Grozni pasó de 300.000 a 40.000 habitantes tras el asedio). Son las que bajo el nombre de “Brigadas Islambuli” causaron 89 muertos en los dos aviones y más de una decena en la entrada de la estación de metro Rizhskaya. Otras inmolaciones anteriores fueron cerca de la Duma, en el centro de Moscú o en conciertos de rock.
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Antonio Romea, arabista, traductor de ruso, fue delegado de la Universidad Complutense en Moscú de 1990-96